Mantener el agua de tu piscina en equilibrio no solo mejora su aspecto: también protege tu piel, tu salud y tus equipos. Uno de los aspectos más importantes del mantenimiento es controlar el nivel de pH, que debe mantenerse entre 7.2 y 7.6.
Cuando el pH sube, el cloro pierde eficacia, el agua se enturbia y pueden aparecer irritaciones.
La forma más eficaz de corregirlo es usando un reductor de pH líquido, especialmente formulado para ajustar el equilibrio químico del agua de manera rápida y segura.
¿Qué es un reductor de pH?
Es un producto químico que se utiliza para disminuir los niveles de pH en el agua de piscinas.
Su función es restaurar el equilibrio, permitiendo que el cloro trabaje correctamente y que el agua se mantenga clara, limpia y agradable al tacto.
A diferencia de los productos granulares, la versión líquida actúa de forma más inmediata y se distribuye mejor por todo el volumen del agua, sin dejar residuos.
Cómo usar el reductor de pH líquido correctamente
El uso es simple, pero requiere seguir unas pautas básicas para obtener los mejores resultados:
- Mide el pH del agua con un test kit o medidor digital.
- Si el valor está por encima de 7.6, calcula la dosis necesaria.
- En promedio, 100 ml de reductor líquido reducen 0.2 puntos de pH por cada 10,000 litros de agua.
- Con la bomba de filtración encendida, vierte lentamente el producto alrededor del borde de la piscina.
- Deja circular el agua al menos 30 a 60 minutos antes de volver a medir.
Cuando el pH se encuentre entre 7.2 y 7.6, la piscina estará lista para usarse.
Cuanto reductor de pH aplicar según el volumen de agua
La dosis exacta depende del nivel de pH y del producto.
Como guía general: 100 ml de reductor de pH líquido bajan 0.2 puntos de pH en 10,000 L
📌 Siempre verificar la etiqueta del producto para una dosificación precisa. Es mejor hacer los ajustes de forma gradual y volver a medir, en lugar de aplicar una dosis excesiva.

Consejos para mantener el pH estable
Mide el pH dos veces por semana en temporada de uso frecuente.
- Mantén la alcalinidad total entre 80 y 120 ppm.
- Evita añadir químicos al mismo tiempo.
- No apliques el reductor con bañistas en el agua.
- Revisa el sistema de filtración y limpia los filtros con regularidad.
Estos hábitos reducen la necesidad de correcciones drásticas y prolongan la vida útil del cloro.




