El cloro (Cl) es uno de los elementos químicos más utilizados para eliminar microorganismos en el agua. Todos los productos clorados al ser mezclados con el agua generan ácido hipocloroso (HClO-). La proporción de ácido hipocloroso está directamente relacionada al pH del agua, lo que afecta su equilibrio.
Formas de Cloro en el Agua
El objetivo de la desinfección es erradicar microorganismos patógenos y asegurar la pureza del agua, para potabilizarla o para uso recreativo en piscinas y otros. Los productos clorados son los más comunes en el tratamiento químico del agua debido a su seguridad y facilidad de utilización.
Cuando los productos clorados entran en contacto con el agua, producen ácido hipocloroso (HClO). Este ácido es débil y se disocia en hipoclorito (ClO–), dependiendo del pH del agua. La combinación de estas dos formas constituye el cloro libre. En aguas con pH elevado, la mayor parte del ácido hipocloroso (cloro activo) se convierte en ión hipoclorito (cloro potencial), una forma de cloro que, si bien posee una capacidad desinfectante algo menor en comparación con otras formas de cloro más abrasivas, sigue siendo muy efectiva para la desinfección.
Por otro lado, el cloro combinado se forma cuando el cloro reacciona con amoniaco y materia orgánica nitrogenada presente en el agua. La suma del cloro libre y el cloro combinado resulta en el cloro total.
CLORO LIBRE + CLORO COMBINADO = CLORO TOTAL

Cloro Libre: Es la forma más efectiva de desinfectar y oxidar. Principalmente consiste en ácido hipocloroso y anión hipoclorito.
Cloro Combinado: Tiene una eficacia desinfectante baja y puede causar irritaciones y malos olores. Se produce cuando el cloro libre se combina con amoniaco y materia orgánica nitrogenada, formando cloraminas.
Cloro Total: Es la suma del cloro libre y el cloro combinado. El nivel de cloro total no debe exceder el 0,6 mg/l del nivel de cloro residual libre para garantizar la calidad del agua.